ACUARIO AGUA SALADA
Diseños de Biotopos:
Acuario: Pez payaso, anemona.
Acuario: Charca de arrecife.
Acuario: Gobios, camarones pistola.
Introducción
Acuario: Pez payaso, anemona.
Acuario: Charca de arrecife.
Acuario: Gobios, camarones pistola.
Introducción
No todos los animales se pueden mantener en un acuario, ya sea por su tamaño, su alimentación u otras exigencias. Tampoco debería combinar animales de distintas procedencias, ya que pueden aparecer reacciones que no son naturales o estrés entre las especies. Por ejemplo, entre los animales más bien inadecuados para los acuarios compactos se encuentran los corales duros. Normalmente necesitan una corriente de agua fuerte y variable, así como iluminación de alta intensidad. En los acuarios pequeños es prácticamente imposible crear estas condiciones, por lo que nosotros recomendamos los corales blandos, más fáciles de cuidar. Naturalmente, los peces de gran tamaño no se deberían introducir en acuarios compactos. Pregunte siempre en su tienda especializada por el tamaño final de cada pez. Entre la población ideal tampoco se cuentan los depredadores, sino más bien los peces pacíficos. El diseño que resulta más atractivo consiste en concentrarse en la combinación de una o dos especies de pequeño tamaño y recrear un fragmento de biotopo.
El emplazamiento correcto
A la hora de elegir la ubicación de su acuario, tenga en cuenta que un traslado ulterior es difícil. Un acuario de 100 litros decorado y llenado puede pesar hasta 150 kg (sin contar el armario de sustentación). En casas antiguas recomendamos que antes de instalar el acuario se asegure de la resistencia del suelo. No olvide que al peso del acuario se añade el de quienes lo contemplen. Así, el peso puede llegar fácilmente a los 300 kg en una superficie muy pequeña. Resultan ideales los puntos tranquilos y apartados de las ventanas. Los rayos de sol que entran por ellas estimulan el crecimiento de algas y, además, los peces se colocan de lado porque, para simplificar un poco, consideran que la luz siempre llega de arriba. El acuario destaca más en un rincón oscuro de la habitación y los peces se asustan menos por personas que pasan rápidamente, puertas que se abren, etc.
El soporte
Si no desea colocar el acuario sobre un armario de sustentación, necesita un soporte adecuado. Debe ser estable y perfectamente horizontal. Para ello es recomendable recurrir a un nivel de burbuja.
La preparación del agua salada
La preparación del agua salada
Lo mejor es que prepare el agua salada en un recipiente adecuado y de tamaño suficiente, como por ejemplo un bidón de recogida del agua de lluvia de plástico (ya que es resistente a la corrosión). Para ello siga las instrucciones de la sal utilizada. El contenido de nitrato del agua debería situarse por debajo de 10 mg/l, y el fosfato y el silicato no deberían ser detectables. Para ir sobre seguro, analice el agua con los tests de agua. También puede pedir los valores de medición correspondientes a la compañía de aguas encargada o consultarlos en internet. Ahora la sal se va añadiendo y removiendo progresivamente en el agua hasta alcanzar una salinidad de aproximadamente 35 por mil (es decir, 35 gramos de sal por litro de agua). Con una temperatura de aprox. 25°C, corresponde a una densidad de 1,023. En función de la estructura interna, necesitará entre 130 y 150 litros de agua salada para un acuario de 130 litros. Para ello necesitará unos 5 kg de sal de mar. El agua salada debería hacerse circular y airear bien en el recipiente con una bomba durante unas 24 horas. Después, el agua tiene un aspecto absolutamente transparente.
Medir el contenido de sal
El densímetro se introduce en el acuario o en un vaso grande para que flote en el agua que se desea comprobar. Cuanto menor sea la cantidad de sal en el agua, a más profundidad se sumergirá el densímetro. La densidad del agua se muestra en la escala integrada. En acuarios con invertebrados, la densidad debe situarse entre 1,022 y 1,024 g/cm³ con una temperatura del agua de aprox. 26 °C. En caso necesario añada más sal o diluya el agua con agua acondicionada.
Estructura interna
El sustrato
Para el acuario de agua salada resulta idónea la arena de coral gruesa. Es decorativa y, gracias a su contenido de cal, contribuye a estabilizar el valor de pH. Sin embargo, para algunas especies de peces (p. ej. los gobios) es indispensable disponer de una zona de sustrato arenoso para que puedan excavar y cubrirse de arena para su descanso nocturno. Para estos peces se crea una zona separada en el sustrato del acuario con arena de coral fina. El resto del fondo se cubre con una capa de arena de coral gruesa de aprox. 3 cm de espesor. Se recomienda separar los diferentes tipos de sustrato con piedras para evitar que se mezclen. En su tienda especializada encontrará arena de coral de diferentes granulaciones. Otra tarea importante del sustrato consiste en ofrecer superficie de asentamiento adicional a las bacterias que necesitan oxígeno (aerobias) en las capas superiores y a las bacterias que viven sin oxígeno (anaerobias) en las capas inferiores. Estas bacterias de limpieza presentes descomponen sustancias nocivas como en el filtro. Primero se debe aclarar bien la arena de coral seca. Viértala por porciones en un cubo limpio y añada unos 4 – 5 litros de agua del grifo templada. Remueva la arena con la mano con movimientos circulares enérgicos y vierta el agua junto con la suciedad. Repita el proceso hasta que la arena esté limpia. Coloque la arena en el acuario aún vacío.
Rocas vivas
Ahora necesita las rocas vivas, que se pueden transportar y almacenar sin problemas unas cuantas horas si se mantienen húmedas. Cuanto más tiempo estén expuestas al aire, mayor será la cantidad de biomasa pegada que puede morir. En la tienda especializada, preste atención a que las rocas estén bien recubiertas de organismos distintos y de formas variadas. Cuanto más variados sean los organismos situados encima de las rocas y cuanto menos tiempo hayan pasado en la tienda, mayor será la variedad de especies animales adheridas. Estas especies de animales las encontrará más adelante en su acuario. No lave nunca las rocas con agua dulce. Las rocas se deberían situar de tal forma que se formen pequeñas cuevas entre ellas en las que más adelante puedan refugiarse los animales. Además, una estructura abierta de este tipo permite una buena circulación del agua sin obstáculos. Tómese su tiempo al estructurar el interior. Las rocas no deberían proyectar sombras en las rocas situadas más abajo, ya que los lugares sombreados no son adecuados para colocar animales que dependen de la luz. La estructura debe ser fija y es imprescindible que no se tambalee, ya que, en caso de caída, las rocas podrían dañar el cristal del fondo o los cristales laterales. Deje espacios entre las rocas para que los invertebrados sésiles puedan asentarse.
Para el acuario de agua salada resulta idónea la arena de coral gruesa. Es decorativa y, gracias a su contenido de cal, contribuye a estabilizar el valor de pH. Sin embargo, para algunas especies de peces (p. ej. los gobios) es indispensable disponer de una zona de sustrato arenoso para que puedan excavar y cubrirse de arena para su descanso nocturno. Para estos peces se crea una zona separada en el sustrato del acuario con arena de coral fina. El resto del fondo se cubre con una capa de arena de coral gruesa de aprox. 3 cm de espesor. Se recomienda separar los diferentes tipos de sustrato con piedras para evitar que se mezclen. En su tienda especializada encontrará arena de coral de diferentes granulaciones. Otra tarea importante del sustrato consiste en ofrecer superficie de asentamiento adicional a las bacterias que necesitan oxígeno (aerobias) en las capas superiores y a las bacterias que viven sin oxígeno (anaerobias) en las capas inferiores. Estas bacterias de limpieza presentes descomponen sustancias nocivas como en el filtro. Primero se debe aclarar bien la arena de coral seca. Viértala por porciones en un cubo limpio y añada unos 4 – 5 litros de agua del grifo templada. Remueva la arena con la mano con movimientos circulares enérgicos y vierta el agua junto con la suciedad. Repita el proceso hasta que la arena esté limpia. Coloque la arena en el acuario aún vacío.
Rocas vivas
Ahora necesita las rocas vivas, que se pueden transportar y almacenar sin problemas unas cuantas horas si se mantienen húmedas. Cuanto más tiempo estén expuestas al aire, mayor será la cantidad de biomasa pegada que puede morir. En la tienda especializada, preste atención a que las rocas estén bien recubiertas de organismos distintos y de formas variadas. Cuanto más variados sean los organismos situados encima de las rocas y cuanto menos tiempo hayan pasado en la tienda, mayor será la variedad de especies animales adheridas. Estas especies de animales las encontrará más adelante en su acuario. No lave nunca las rocas con agua dulce. Las rocas se deberían situar de tal forma que se formen pequeñas cuevas entre ellas en las que más adelante puedan refugiarse los animales. Además, una estructura abierta de este tipo permite una buena circulación del agua sin obstáculos. Tómese su tiempo al estructurar el interior. Las rocas no deberían proyectar sombras en las rocas situadas más abajo, ya que los lugares sombreados no son adecuados para colocar animales que dependen de la luz. La estructura debe ser fija y es imprescindible que no se tambalee, ya que, en caso de caída, las rocas podrían dañar el cristal del fondo o los cristales laterales. Deje espacios entre las rocas para que los invertebrados sésiles puedan asentarse.
La temperatura correcta del agua
La mayoría de peces de acuario están acostumbrados a temperaturas de alrededor de 25 °C. Por este motivo se debe calefactar el agua de acuario. El calentador de acuario se debe instalar en el acuario de forma que esté bien rodeado de agua para que ésta se caliente uniformemente. Es muy fácil calcular la potencia necesaria del calentador: en habitaciones con poca calefacción harán falta aproximadamente 1,5 vatios por litro de agua. En las habitaciones bien calefactadas, es suficiente 1 vatio por litro de agua. Se puede comprar sin reparos una versión más potente del calentador, ya que el consumo eléctrico para generar una determinada cantidad de calor no varía.
Consejo: Un calentador más potente dispondrá de una mayor reserva de potencia, por ejemplo en caso de una avería de la calefacción de su hogar.
Los primeros días: “la fase de ciclado”
La iluminación se enciende todos los días entre 8 y 10 horas. En caso de que desee automatizar la conmutación de la luz, utilice un temporizador y prográmelo correspondientemente. Puede alimentar los organismos pequeños por primera vez al cabo de unas 2 semanas en pequeñas cantidades. Durante esta fase de rodaje, en las primeras dos semanas no se introducen animales. En los primeros tres meses cambie cada semana aproximadamente un tercio del agua y sustitúyala por agua salada madurada (observe siempre la salinidad). Es completamente normal que en las primeras semanas las algas crezcan con más fuerza. Normalmente primero aparece una ligera capa de algas rojas de aspecto marrón y viscoso que tras unas semanas deja paso a una capa de algas verdes. Las algas verdes le indican que ahora puede introducir los primeros organismos.
Introducción y aclimatación de los animales
Introducción y aclimatación de los animales
Algunos animales marinos no pueden abandonar el agua salada durante el traslado. Ya unos cuantos segundos al aire pueden tener consecuencias. Entre estos animales sensibles al aire se cuentan los erizos de mar, las estrellas de mar y los peces globo. No introduzca todos los invertebrados y los peces al mismo tiempo. Empiece con los invertebrados y siga con los peces. Ya al comprarlos preste atención a que estos peces se introduzcan en las bolsas de transporte debajo del agua. Consulte en su tienda especializada cómo debe introducir en el acuario los animales adquiridos. El traslado a un nuevo acuario significa un cambio de clima para los peces y los invertebrados.
Normalmente resulta recomendable el siguiente proceso: Al llegar a casa, las bolsas de transporte con los peces e invertebrados recién adquiridos se abren y se colocan una al lado de otra en un cubo ya preparado. Durante la siguiente media hora se hace gotear agua del acuario en las bolsas. Para ello resulta adecuado un tubo flexible para aire estrangulado con una abrazadera. Así los animales no sólo se acostumbran a la “nueva” temperatura del agua, sino, ante todo, también a los valores del agua diferentes (contenido de sal, valor de pH, etc.).
Limpieza del agua
Eliminación de proteínas y de otras sustancias orgánicas: Las propiedades fisicoquímicas del agua salada en comparación con el agua dulce hacen necesaria una filtración ampliada. Las proteínas disueltas en el agua, por ejemplo las excreciones de los peces, se eliminan del agua mediante la inyección de aire. De esta tarea se encarga el espumador (skimmer).
Funciones del espumador: Un espumador es la parte central del filtrado del acuario de agua salada. Elimina las proteínas liberadas constantemente en el agua por microorganismos, invertebrados y peces. Elimina tanto partículas como sustancias en suspensión y airea el acuario. Si no se eliminan las proteínas del agua, se produce un aumento de sustancias nocivas, como el amoníaco, el nitrito y el nitrato (cadena de degradación procedente de las proteínas). En tales condiciones, mantener animales marinos en sistemas cerrados sería claramente más difícil o, en función de las necesidades de las especies, incluso imposible.
Principio de funcionamiento: La bomba venturi Skimmer aspira el agua del acuario o del sumidero (1) y la mezcla en la caja del impulsor con el aire (2) que es aspirado por la presión negativa que se crea allí (3) y batido por el rotor de agujas, para formar burbujas muy finas. Las pequeñas burbujas de aire ofrecen una gran superficie en la que se pueden acumular las proteínas. Esta mezcla de agua y aire se bombea a la cámara de reacción interior del espumador de proteínas (4). Las salidas laterales (5) dan un movimiento giratorio a la mezcla. Así las burbujas de aire están suspendidas durante más tiempo, de modo que se aumenta la cantidad de espumado. En esta cámara se acumulan proteínas en las burbujas. Las burbujas se agrupan en la superficie del agua y a continuación se convierten en una espuma sólida que flota. La espuma se conduce por la caja del espumador a través del tubo de ascensión que se va estrechando hasta el vaso de espumado, donde se recoge (6). El agua limpiada fluye por la parte inferior del espumador en el tubo de ascensión y, a través del tubo flexible de salida acoplado a él (7), vuelve al acuario o al sumidero. Los espumadores reducen la carga del agua, debida a las proteínas y otras sustancias orgánicas. Ventilan el acuario y le suministran oxígeno. Los espumadores se deben limpiar con regularidad para que las sustancias de desecho espumadas no puedan volver al acuario.
Principio de funcionamiento: La bomba venturi Skimmer aspira el agua del acuario o del sumidero (1) y la mezcla en la caja del impulsor con el aire (2) que es aspirado por la presión negativa que se crea allí (3) y batido por el rotor de agujas, para formar burbujas muy finas. Las pequeñas burbujas de aire ofrecen una gran superficie en la que se pueden acumular las proteínas. Esta mezcla de agua y aire se bombea a la cámara de reacción interior del espumador de proteínas (4). Las salidas laterales (5) dan un movimiento giratorio a la mezcla. Así las burbujas de aire están suspendidas durante más tiempo, de modo que se aumenta la cantidad de espumado. En esta cámara se acumulan proteínas en las burbujas. Las burbujas se agrupan en la superficie del agua y a continuación se convierten en una espuma sólida que flota. La espuma se conduce por la caja del espumador a través del tubo de ascensión que se va estrechando hasta el vaso de espumado, donde se recoge (6). El agua limpiada fluye por la parte inferior del espumador en el tubo de ascensión y, a través del tubo flexible de salida acoplado a él (7), vuelve al acuario o al sumidero. Los espumadores reducen la carga del agua, debida a las proteínas y otras sustancias orgánicas. Ventilan el acuario y le suministran oxígeno. Los espumadores se deben limpiar con regularidad para que las sustancias de desecho espumadas no puedan volver al acuario.
Mantenimiento
Adición de agua
Como en todos los acuarios, se evapora agua. En función de la situación añada la cantidad de agua evaporada cada 2 – 3 días. Para ello, utilice agua del grifo acondicionada, ya que la sal presente en en el agua salada no se evapora con ella. Si no añadiera agua, la salinidad iría aumentando lentamente, cosa que los animales sólo toleran hasta cierto punto. Mientras la salinidad se sitúe entre 34 y 36 por mil, no observará ningún daño. Sin embargo, cuanto más constante en 35 por mil mantenga la salinidad, mejor para los animales.
El cambio de agua
Una parte esencial de unos cuidados con éxito es un cambio periódico del 10% del agua una vez por semana transcurridos los primeros 3 meses de rodaje. En el cambio de agua se debería aprovechar para limpiar el sustrato. Con un limpiador de fondo puede llevar a cabo este trabajo de forma fácil y limpia. Puede evitar las oscilaciones de salinidad con una marca en la parte exterior del acuario. Llene el acuario siempre hasta la marca para reponer el agua evaporada.
Necesita:
• Una regadera y dos cubos limpios que sólo se utilicen para el acuario y que no hayan entrado nunca en contacto con productos de limpieza.
• Dos metros de manguera para acuario o, incluso mejor, un limpiador de fondo.
• Una toalla o un recipiente plano por si ocurre algún percance.
• Antes de cada cambio de agua, desconecte todos los enchufes eléctricos, por ejemplo, de la calefacción, el filtro y la iluminación.
Primero coloque los dos cubos sobre la toalla o en el recipiente preparado. A continuación, haga salir agua del acuario hasta los cubos. Para ello existen varias posibilidades: Muchos acuariófilos introducen un extremo de la manguera en el acuario y succionan con la boca por el otro extremo. Sin embargo, este método requiere algo de práctica, o bien no fluye el agua o bien se traga sin querer una buena cantidad de agua de acuario. Puede succionar el agua de forma más elegante con un limpiador de fondo. Al hacerlo, realiza dos tareas al mismo tiempo, con el limpiador de fondo elimina a fondo y fácilmente los detritus de la grava del acuario y al mismo tiempo cambia parte del agua. Después de haber retirado la cantidad de agua necesaria, puede llevar a cabo pequeños trabajos de limpieza.
Consejo importante: Marque por ejemplo con una cinta adhesiva en la parte exterior del cristal del acuario hasta dónde debe salir el agua.
• Dos metros de manguera para acuario o, incluso mejor, un limpiador de fondo.
• Una toalla o un recipiente plano por si ocurre algún percance.
• Antes de cada cambio de agua, desconecte todos los enchufes eléctricos, por ejemplo, de la calefacción, el filtro y la iluminación.
Primero coloque los dos cubos sobre la toalla o en el recipiente preparado. A continuación, haga salir agua del acuario hasta los cubos. Para ello existen varias posibilidades: Muchos acuariófilos introducen un extremo de la manguera en el acuario y succionan con la boca por el otro extremo. Sin embargo, este método requiere algo de práctica, o bien no fluye el agua o bien se traga sin querer una buena cantidad de agua de acuario. Puede succionar el agua de forma más elegante con un limpiador de fondo. Al hacerlo, realiza dos tareas al mismo tiempo, con el limpiador de fondo elimina a fondo y fácilmente los detritus de la grava del acuario y al mismo tiempo cambia parte del agua. Después de haber retirado la cantidad de agua necesaria, puede llevar a cabo pequeños trabajos de limpieza.
Consejo importante: Marque por ejemplo con una cinta adhesiva en la parte exterior del cristal del acuario hasta dónde debe salir el agua.
Limpiar los medios de filtrado
Los medios de filtrado mecánicos se aclaran una vez por semana. Puesto que las partículas gruesas son retenidas por los medios de filtrado mecánicos (esponjas), el medio de filtrado biológico sólo se debe aclarar cada entre 3 y 6 meses. Para ello utilice únicamente agua salada del cambio parcial de agua. Los medios de filtrado se aclaran en el agua salada sacada del acuario hasta que ya no suelten sustancias que enturbien el agua. El agua que entonces falta se sustituye por agua salada preparada.
Eliminar los excesos de algas
Si en su acuario crecen macroalgas como las Caulerpa, debería prestar mucha atención a su crecimiento. Las algas Caulerpa, de rápido crecimiento, son capaces de quitarles prácticamente todo el espacio a los invertebrados. Al retirar las algas, hágalo cuidadosamente y no retire demasiadas algas a la vez. Las “hojas” de las algas son lo que se llama “talos”. Están compuestas de una única célula que libera su jugo, (que contiene nitrato), en el agua si se arranca el alga sin cuidado.
La mejor manera de proceder es la siguiente: El rizoma (se trata del tallo del que salen los diferentes talos) tiene puntos quebradizos a ambos lados de los talos. En estos puntos se puede partir el alga con cuidado. Retire inmediatamente del acuario la parte no deseada del alga Caulerpa. Preste atención a no dañar las algas en este proceso, ya que en caso contrario se liberará jugo celular de forma incontrolada.
Comprobar la iluminación
Los tubos fluorescentes se deberían cambiar a más tardar al cabo de un año. El ojo humano no percibe la lenta pérdida de potencia luminosa.
Suministro de oligoelementos, calcio y macroelementos
Para mantener unas condiciones similares a las de la naturaleza en el acuario de agua salada, se deben añadir regularmente, especialmente tras el cambio de agua. Sólo de esta manera se puede garantizar un crecimiento saludable de los animales. Especialmente los corales, pero también los caracoles y los moluscos, extraen compuestos de calcio y oligoelementos del agua. Las bacterias del sedimento también pueden reducir estos elementos por precipitación.
Comprobar la iluminación
Los tubos fluorescentes se deberían cambiar a más tardar al cabo de un año. El ojo humano no percibe la lenta pérdida de potencia luminosa.
Suministro de oligoelementos, calcio y macroelementos
Para mantener unas condiciones similares a las de la naturaleza en el acuario de agua salada, se deben añadir regularmente, especialmente tras el cambio de agua. Sólo de esta manera se puede garantizar un crecimiento saludable de los animales. Especialmente los corales, pero también los caracoles y los moluscos, extraen compuestos de calcio y oligoelementos del agua. Las bacterias del sedimento también pueden reducir estos elementos por precipitación.